LA SOSPECHA


"Como ya hemos comentado más de una vez, no me considero una feminista al uso o, en todo caso, soy posfeminista. En otras palabras, creo que si bien en el Tercer Mundo a las mujeres aún nos queda mucho camino por andar y muchas batallas por ganar, en el Primer Mundo no veo necesario continuar teniendo una actitud beligerante que eche más leña a la ya de por sí muy inflamable hoguera de la guerra entre los sexos.

Dicho esto, considero también que pervive un machismo residual muy difícil de erradicar y en el que vale la pena detenerse para ver en qué consiste. Hace más de un año escribí un artículo titulado ¿Y de novios qué? en el que señalaba cómo, a pesar de que las mujeres hemos alcanzado un papel importante en la sociedad, de alguna manera el "éxito" de una mujer se sigue midiendo por parámetros muy arcaicos. Así, cuando una mujer triunfa en una carrera, en seguida surge alguna vocecilla estúpida que señala: "Sí, sí, guapa, eres directora general pero ¿y de novios qué?" como dando a entender que una mujer no puede sentirse realizada y feliz a menos que tenga una pareja. Y es que, nos guste o no, la sociedad sigue considerando que el éxito de una mujer está más en el ámbito de lo privado que en el de lo público, lo que explicaría por qué se les da tanta cancha a esas señoritas perfectamente ociosas e intrascendentes que vemos, monísimas ellas, en las revistas del corazón y cuyo único mérito es haber "pescado" un marido aristócrata o famoso.

Pero existe otro machismo residual que a mí me resulta aún más desagradable, es el que afecta a las mujeres que han logrado destacar en el mundo profesional sea éste de la índole que sea. Me refiero a algo que yo llamo La Sospecha. Cuando una mujer alcanza un puesto relevante o un hito destacado en su carrera, inmediatamente surgen voces (y no siempre son masculinas, por cierto) que empiezan a barruntar maliciosamente: "Vaya, vaya ¿cómo es que ha llegado ésta tan lejos?". Si la mujer en cuestión es guapa, su triunfo se atribuye inexorablemente a su aspecto físico. "A saber con quién se habrá tenido que acostar para conseguirlo", arriesgan los más explícitos mientras que los más perspicaces señalan: "Yo, con esas piernas, también habría llegado lejos". Si la mujer no es muy guapa, las razones de su éxito son igualmente sospechosas aunque menos sexuales. "El que tiene padrinos se bautiza", es una frase que se oye mucho dando a entender que sus logros se deben a causas espurias que nada tienen que ver con la valía personal.

Como bien sabemos, la mediocridad necesita simpre una coartada. Para los que no consiguen despuntar es un verdadero bálsamo pensar que quien lo logra es igual de mediocre que ellos y que, si ha triunfado, es sólo porque ha hecho cosas que ellos no están dispuestos a hacer. El éxito ajeno siempre resulta sospechoso pero yo creo que las mujeres sufrimos un plus de sospecha. Tal vez sea porque, como señalaba más arriba, hasta el momento el triunfo de una mujer se circunscribe al ámbito de lo privado, de modo que está muy bien ser una madre modelo y una esposa ejemplar (y,por extensión, la mejor cocinera, por ejemplo) pero poco más. Ahora que la crisis acecha y no pocos verán peligrar su puesto de trabajo, mucho me temo que se recrudecerá dicha "sospecha", sobre todo si la mujer retiene su empleo frente a otros que no lo logren.

Muchas veces me he preguntado cómo se puede luchar contra esta injusta apreciación de las cosas, pero la única manera que se me ocurre es seguir adelante. Trabajar más, ser mejor que los otros, hacer un esfuerzo adicional. Al fin y al cabo, lo que es seguro es que al final el tiempo pone a cada uno en su lugar "Ladran, luego cabalgamos", les gusta decir a algunos, pero yo prefiero esta frase de Oscar Wilde: "Que digan lo que quieran porque, después de todo ¿qué es el éxito sino la mayor y al mismo tiempo la más sutil de todas las venganzas?"

Carmen Posadas

Comentarios

Entradas populares de este blog

CARAPUCHIÑA VERMELLA (Versión políticamente correcta)

A MULLER RURAL GALEGA: UN RELATO DE 1890

PAZ GARCÍA-PORTILLA GONZÁLEZ. ÚNICA CATEDRÁTICA DE PSIQUIATRÍA EN ESPAÑA