FUMANDO ESPERO

Fumando Espero por Mario Vargas Llosa Un jurado de Miami ha condenado a cinco empresas tabacaleras a indemnizar, a medio millón de fumadores físicamente perjudicados por los cigarrillos, con la astronómica suma de 145 mil millones de dólares. El tribunal había decidido antes, que aquellas empresas delinquieron ocultando información sobre los perjuicios del tabaco y utilizando en la producción de cigarrillos sustancias que aumentaban la adicción. Aunque, desde que dejé de fumar, hace treinta años, detesto el cigarrillo y a sus fabricantes, la sentencia no me ha alegrado tanto como a otros ex fumadores, por razones que me gustaría tratar de explicar. Empecé a fumar cuando tenía siete u ocho años de edad, en Cochamba. Con mis primas Nancy y Gladys invertimos nuestras propinas en una cajetilla de Viceroys y nos la fumamos entera, bajo el árbol del jardín, en la casa de Ladislao Cabrera. Gladys y yo sobrevivimos, pero la flaca Nancy tuvo vómitos sobrecogedores y los abuelos debieron llam...