VAI DE OFICIOS

“No desmiente la mujer gallega las tradiciones de aquellas épocas lejanas en que, dedicados los varones de la tribu a los riesgos de la caza o a las fatigas de la caza, recaía sobre las hembras el peso total, no sólo de las faenas domésticas, sino de la labor y el cultivo del campo. Hoy, como entonces, ellas cavan, ellas siembran, riegan y deshojan, baten el lino, lo tuercen, lo hilan y lo tejen en el gimiente telar; ellas cargan en sus fornidos hombros el saco repleto de centeno o maíz, y lo lleven al molino; ellas amasan después la gruesa harina mal triturada, y encienden el horno tras haber cortado en el monte el haz de leña, y enhornean y cuecen el amarillo torteron de borona o el negro mollete de mistura. Ellas, antes de que la pubertad desarrolle y ensanche su cuerpo, llevan en brazos al recién nacido, que grita que se las pela; ellas, rústicas zagalas, apacentan el buey, y comprimen los gruesos ...