"Como ya hemos comentado más de una vez, no me considero una feminista al uso o, en todo caso, soy posfeminista. En otras palabras, creo que si bien en el Tercer Mundo a las mujeres aún nos queda mucho camino por andar y muchas batallas por ganar, en el Primer Mundo no veo necesario continuar teniendo una actitud beligerante que eche más leña a la ya de por sí muy inflamable hoguera de la guerra entre los sexos. Dicho esto, considero también que pervive un machismo residual muy difícil de erradicar y en el que vale la pena detenerse para ver en qué consiste. Hace más de un año escribí un artículo titulado ¿Y de novios qué? en el que señalaba cómo, a pesar de que las mujeres hemos alcanzado un papel importante en la sociedad, de alguna manera el "éxito" de una mujer se sigue midiendo por parámetros muy arcaicos. Así, cuando una mujer triunfa en una carrera, en seguida surge alguna vocecilla estúpida que señala: "Sí, sí, guapa, eres directora general pero ¿y de novios...