PIPPI, MATILDA E PUNKY: AS NENAS SEN NAI

"Pippi Långstrump va hablando con su madre. Le han dicho que es huérfana —entre otras muchas cosas—, que su madre está muerta. Pero Pippi sabe que no, sabe perfectamente que su madre está en el cielo, y por eso de vuelta a casa le va contando lo que ha hecho durante el día. Un absoluto desastre, eso es lo que ha hecho durante el día. O al menos a ojos de los demás, esos seres civilizados y elegantes, vestidos con calcetines parejos y ropa limpia. Sus amigos la han invitado a merendar a casa, y ella se ha puesto nerviosa, porque nunca la han invitado a casa de nadie, ni a merendar ni a nada, y pasa lo que ella creía que iba a pasar: que no ha sabido comportarse. Pippi es una persona extravagante y las señoras que toman el té la miran con lástima, porque Pippi a la fuerza da pena: vive sola con un caballo y un mono, su padre es pirata y no lo ve nunca, y su madre está muerta. Visto así, es normal que las vecinas la miren con compasión. Pippi ha probado los pasteles...